Owh, lamento oír eso, pero gracias, solo he podido seguir adelante gracias a mis padres adoptivos, ellos son mi fiel soporte. — sonrió cálida, continuando con esa amigable charla junto a Sam. Cada segundo era más agradable para ella, pues era como si hablara con una amiga de muchos años. Siguió caminando, ya casi llegando al local, y abrió la puerta para hacerle pasar a las dos aún escuchándole.— uhm... sí. — afirmó seria a su pregunta, yéndose directamente hacia una mesa para sentarse las dos.— si he visto, pero, supongo que es por mi don natural, aunque dudo que me creas, muchos suelen decirme que solo son inventos míos. — era típico ya que nadie le creyera lo que decía acerca de esas historias <paranormales>, pero le fascinaba conversar de eso porque le hacia desahogarse bastante de eso.