Pensó que no lo creía, pero decidió no decir nada. De pronto se había quedado silenciosa, mirando el cielo; hacía demasiado tiempo sin mirar el cielo, se percató de ello en ese momento.

-No, no lo creo. -Susurró suavemente, sin dejar la vista. -Creo que has crecido mucho desde la primera vez, cuando nos conocimos.