— ¿Crees que eres el único que ha cambiado, Juggernaut? — En cuanto el gigantón comenzó a caminar hacia él, el mutante eleva la diestra a la altura de su respectiva sien. Bastó con presionar el botón de su visor para que de éste comenzaran a brotar destellos de luces color rubí. — ¡No tienes idea de todo lo que ha pasado últimamente! ¡No sabes en qué me he convertido!

Aquél era un enfrentamiento que no se podía postergar por más tiempo. No le quedaba otra opción mas que tomar al toro por los cuernos, y aunque sus rayos ópticos no fuesen suficiente para matarlo, él era más veloz. Podría ganar tiempo cansándolo.

— No has comprendido nada, Marko. Incluso si yo muriera, no comprendes el verdadero poder de Cerebro. — Mientras corría hacia él, listo para aplastarlo, la vista de Cíclope apuntaba al pecho de Juggernaut, lanzándole una potente descarga de rayos ópticos que si bien no lo estaban atravesando, contrarrestaban su velocidad. — Nunca... subestimes a los hombres... de Xavier.