El tiempo de respuesta de Mirko fue lento pese a que había sentido la amenaza, para cuando la toma del cuello con un tentáculo y la atrae hacia él ella arquea ambas cejas.

— Sabía que eras raro, pero no sabía que te gustase ahorcar mujeres así, que sucio eres

Siempre ese tono coqueto, ¿Creía que era débil? Lo bueno de ser alzada así pese a que le cortaba la respiración fue el subir sus manos para tomar ese tentáculo, balancear sus piernas juntas hacia atrás y haciendo gala del control de su cuerpo flexionaria sus rodillas para poder subir sus piernas y estirarlas lo justo cuando sus talones apuntarían a esa barbilla oscura y medio rara del simbionte, esto acompañado claro de una inclinación hacia atrás por parte de la coneja.