El rubio se preocupo mucho por la situación, no pensaba que una competencia tan amistosa terminará de forma tan amarga, se dejó llevar del gusto y eso pudo haber complicado las cosas. Este se lamentaba mientras espero paciente por horas, movía sus dedos entre sus propias manos nervioso, estaba tan nervioso que su masa corporal bajo bastante del estrés, hasta que el doctor se le presentó, le explicó el procedimiento y la razón, Fatgum muy agradecido con este le hizo una reverencia para luego dirigirse a la habitación donde se encontraba Mirko. Se daba paso en la habitación aún estaba inconsciente paso a sentarse en una silla cercana a la cama. —Lo siento Mirko, creo que me deje llevar, es mi culpa que estés en el hospital.— Toma la mano de Mirko con la suya y le da un suave apretón. —Estare aquí hasta que mejores.—