« Back to Album · Next »
— No más dulces para ustedes por hoy.
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
Había algo podrido en todo eso. Lo sentía. Como ladrón, tramposo y mentiroso que era, tenía un olfato para eso. Sin embargo, era una realidad que no tenía ninguna prueba para acusar a la muchacha, y que bien podía ser una simple paranoia suya. Aun observando con sospecha a la estratega nipona, decidió conservar para sí mismo sus dudas.

— Está bien, está bien. Pero pobre de ti que me dé cuenta que tramaras algo. De ser así, tu castigo será no recibir más golosinas en el resto del verano —, dictaminó con severidad. Con los dedos índice y medio se señaló los ojos, y luego la señaló a ella, en un ya conocido gesto de que le vigilaría.
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment