[code]El fortísimo embate de aquellos dos proyectiles emitidos con el sentimiento soez de entregarle un mortal daño que la cese acabaría por ser detenido en su avance interponiendo sus dos manos hechas de hielo tan pesado como su cuerpo dulce de helado cremoso derritiendo facilmente esos dos misiles que por estar hechos del mismo elemento que bien sabría maniobrar se gasificarian como granizo. Una sonrisa siniestra y un poco desquiciada mostraría haciéndose le agua la boca al verlo tan cercano y próximo solo para llevar sus labios cerca a su oído susurrándole burlona y jocosamente.
Mal chico~ Así no se toca a una mujer~
Despreciándole y subestimándole ahora que se sabría indestructible solo le tingotearia la frente con un golpecito de su frígido índice empujándolo fuera de su orbita. Ahora ella seria Venus y no admitiría sino solo a un dios Ares a su costado.[/code]