[code]Supuso que el indecente conjunto de ropas que llevaba el muchacho era plenamente normal, después de todo en este lugar esa clase de locuras parecen sustentadas por casi todos. Pero a riesgo de estar de acuerdo con esta sociedad de locos, los pasteles se veían deliciosos. Pronto le darían lo que pidió y hasta entonces sentaría su ingrato cuerpo en una silla en la misma silla donde descansa ese chico, seguramente el viaje tuvo que haber sido bastante movido.

—Un buen pedido no tiene sentido de ser si viene rápido. Los sabores se consiguen con paciencia y con la buena voluntad del cliente —

[...]

—¿No tienes frio o algo así? estoy seguro que algo en tu mente te hace creer que luces bien como una prostituta irlandesa —[/code]