-Su antebrazo derecho se adelanta a pasar por encima de la sección en la nuca del contrapuesto y atraerlo para poder sellar su boca, darle una tentación dulce de beso, un ósculo compartido, y así sus rosados conquisten con un apremiante contacto caluroso, abundante.-
Lo sé, y si me matas recogerás mis pedazos y volveré, pues dijiste que incluso me traerías de la tumba ¿verdad?