Tu mano derecha está feliz y complacida, y quiere estar contigo por el resto de la vida.
-Ella disfruta el contacto físico, su silueta es fiel a el y se ampara como dos piezas que conectan a la perfección, pellizcando su mejilla con los labios.-
Yo tampoco te dejare solo, pero. . .hay cosas que tampoco controlamos, esta promesa puede romperse por la fuerza de los acontecimientos, mi amor.