-Sus iries tornasol allegan su atención con un inusual interés,se congelan en ese abismo sin fin donde las corrientes del tiempo se estancan, y sin mediar palabra alguna recibe la cajita, para intentar abrirla.-
Tu sabes que. . . somos shinobis, no podemos actuar demasiado por el corazón, solo usar ese corazón como un arma, pero está arma. . . se está forjando solo para protegerte, y no se porque terminamos así. . .no lo entiendo.
-Termina por abrirla, pero en ese mismo instante, pisa el precipicio tras ella ante la conmoción de lo visto, y su cuerpo perdiendo el balance empieza a caer sin más.-