Realmente, espero ser una buena madre, estoy agradecida pese a todo con la persona que me permitió este regalo. Mi sueño más grande era tener una familia .
La flor de la voluntad que me regalaste de niños es la prueba de que nuestro camino estaría lleno de los pétalos de la esperanza, y aún si hay tantas espinas como para hacernos sangrar, esas heridas sanaran y solo nos harán más fuertes cada vez.