Entonces el peligro y tú son uno. Me encanta tu sangre ligera, tus palabras amables. Hay tanto en ti que te harían pasar por una persona común y corriente, a pesar del peligroso y abrazador poder que tenis.
Aunque ella quiera envenenarme tienes en mi a un aliada, y quiero entregarte solo un símbolo de ello.
Quisiera que si a esto llames amistad, o alianza, puedas recurrir a mi según el caso, porque yo te considero un poderoso enemigo, pero te respeto demasiado.