-Le sorprendió que usara esos cuerpos con ella, y la facilidad con la que le incrustó esas barras de metal de oscuro como silicio. El dolor la hizo soltar en el lapsus un par de quejidos y cuando quería caer de rodillas aquellas formas físicas de Pain se la llevaban, hacia un lugar desconocido. Ella no sabe a dónde, pero lo ha asimilado, ahora es su prisionera.-
Lo sé, pero sin mí no podrás vigilar la aldea del todo. . .tendrás que . . .-No alcanzo a decir más, pues ya la desplazaban.-