Poso sus manos sobre el pecho del otro sintiendo como era estrujado pero no solo eso, escucho como el otro sollozaba e iniciaba a temblar, eso lo tomo por sorpresa.
— Está bien. . . Ya no estoy molesto, no se ponga de esa manera. . . —

Subio sus brazos al cuello del otro, rodeandolo, puso su mano en la nuca del otro y comenzo a acariciar sus cabellos.
— Tranquilo, Capitán, no sucederia nada, sabe que lo amo. . . — Aunque quisiera no podia molestarse con el azul.