Por su parte no dudó en adentrarse en el río, dejando que el agua lo cubriera hasta las rodillas, con sus manos tomó una cierta cantidad y se la tiró encima de la cabeza, estaba helada pero de sentía tan bien, como si esa sensación de frialdad le terminase de despertar, no solo de la noche anterior sino de su tan largo letargo.

—Woa... Que bien se siente...— Murmuró mientras se echaba un poco más de agua encima, mojando su cuerpo, lavandolo en el proceso, su mirada buscó a Ray en la orilla y tras escucharlo atentamente asintió —Tienes razón, debemos ser precavidos para no tener dificultades durante el camino— Se aproximó hasta él saliendo del río para ayudar a llenar todos los contenedores disponibles de aquel líquido cristalino.