-Si, segundos- Dijo en tono bajo lleno de resentimiento, preparándose para salir de la habitación en la que se encontraban pero el otro lo interrumpió con sus acciones -Etienne-

Se sorprendió al ver su furia nacer, sus expresiones y matices al ver molesto a su amado pelirojo de inmediato lo emocionaron pero, su ira era aun más profunda que su deseo, la traición de su parte era un recuerdo que le apresaba y pesaba demasiado. -¿Tu estas cansado?... ¿Tu has estado en batallas o torturas?, ¿Tu has estado lejos de tu casa por culpa de todos tus hermanos?, ¿Tu has solucionado algo de todo lo que los otros idiotas han causado a nuestra sangre?-

Verle así de eufórico no era propio de el pero, sin duda alguna su hermano siempre había tenido un efecto diferente, siempre era su causa de placer o de desdicha así como también de su devoción y dependencia enfermiza.

-No... Tu lo único que hiciste fue revolcarte con un humano, prolongando tu castigo e impidiendo mi regreso con tu inmundicia