Se había quedado callado porque quería escucharlo sin interrumpirlo, abrazo suavemente al tiburón y dejo de esconder su rostro para mirar a su hermano.
—No tienes que disculparte...—
Murmuro y después se recorrió un poco para sentarse a su lado, dejando los peluches a un lado.
—No puedo cambiar de opinión pero enojarme estuvo mal. Yo precisamente estaba intentando que te sintieras cómodo conmigo. Porque no me gusta cuando dices que tu no necesitas cariño.. yo creo que si lo necesitas pero entiendo que necesitas tiempo para aceptarlo.—
Por su personalidad en ese momento le abría abrazado y le habría mimado como su hermano lo hacía pero en vez de eso simplemente sonrío y beso su mejilla.
—No diré nunca que no te necesito. Tampoco pretendo hacerte sufrir, me disculpo si te hice sentir mal. No sucederá nuevamente.—