-su reacción fué la más inesperada, silencio y se quedó observando a la serpiente fijamente con cierta curiosidad. Movió su cabeza para ver varios ángulos de la misma y luego una tenue sonrisa se dibujó en sus labios destruyendo aquella fría mueca habitual en él.-
Que honor... Que una deidad venga a detenerme de entrar en sus tierras y más que lo haga de forma pacífica...me iré en este momento...
-Sabía quien era? No, pero conocía las historias de una deidad que era una serpiente emplumada, eso le era suficiente-
