Este siguió montado en su hermoso "caballo" fingiendo ser un caballero atacando a uno de esos seres que mencionó hace sólo unos segundos. Su estocada fue algo muy pero muy suave siendo esta apenas un toque en su cuerpo, eso lo repitió unas 4 veces mientras aquella se veía aterrada como ninguno. Su espada de plástico hacía un divertido sonido cada vez que hacía impacto con la contraria, un sonido que simulaba cortes y gritos proveniente de unas pequeñas bocinas encontradas en su montura y conectadas de manera inalámbrica con la punta de su arma dando un toque más divertido a su maravilloso juego. Finalmente se detuvo al observar el claro dolor ajeno lo cual le hizo sentir un tanto mal más tenía que continuar con su papel.


─¡Viva la Legión Anti Marranos!...─