El azul del cielo esparce su alcance sobre toda la creación. Un paraíso que no era territorio humano, pero si explorado por guerreros valientes, guerreros de toda clase y casta, de todos los lugares del mundo y convergen justo aquí, en el corazón de este bosque.
Todo se ilumina de la luz, propia de un halo celestial, llenando la inmensidad de claridad suficiente, aunque el bosque gigante era una excepción, ahí reinaba el misterio. Los árboles arremolinandose y escalando hasta rasguñar el cielo estremecen con su altura, cautivan y coronan ese espacio abierto lleno de verdor.
[code]-La luna se posaba, suspendida, solo elevada por la mano de Dios, y ahora los cielos destinalaban la blanquecina luz de ese astro, filtrandose tan romanticamente como pudiesen, en un escenario perturbadormente tranquilo. La soldado, había perdido fuerzas y conforme disminuía la temperatura, se abrazaba a su propia capa, ayudandose de la capucha.-
Gracias, mi pie estará bien. Mañana llamaremos a los caballos y saldremos de aquí. -Manifestó con el puro acorde de su voz gentil, en tono algo bajo, mientras con un brazo la atraía para abrazarla de lado. La idea era que estuvieran cercanas para darse calor y sobrevivir.-
No volvieron por los cuerpos de allá abajo, significa que las extremidades de nuestra legión fueron mermadas. Seguramente la operación se llevó a cabo, sin escatimar los sacrificios. Sólo espero que hayan conseguido llegar al castillo. Tienes que ser fuerte. [/code]
