Hermanito precioso... Soy una de las personas más dulces que pueden existir en cualquier sector espacial pero... soy una arma viviente o de destrucción masiva cómo le quieras llamar. Un arma creada por los dioses helénicos al igual que mi anillo de poder violeta. Cuando lucho me vuelvo una especie de guerrera berseker... ¿Tú crees... que esto me condeno al Infierno?. -Baja la vista un poco incómoda.- Es verdad, jamás lastime a una mosca pero sí, a guerreros cómo yo. No me gusta lastimar a los inocentes porque el deber de una amazona es proteger a los débiles. -Mira la foto por un momento.- ¿Hurgar entre mis cosas?. Me pregunto que más habrás visto. -Esperaba que no fuera un cuaderno donde dibuja corazones con dedicatorias.-(?).