-Mi nombre es Nerida.

Con su tenue y perpetua sonrisa y con los ojos lanzando desafíos pasivos respondió, demonios, le agradaba, no tardó mucho en llegar su familiar el cual se preguntaba en donde se encontraba su dueña, este se le posicionó en el hombro, era una preciosa lechuza blanca con detalles negros el cual de había quedado a analizar a la contraria, no era común lo que le trataba de decir, pero sin embargo era una buena señal.

Le agradas, Luna...

Ese nombre... Ese nombre al pronunciarlo seria un pequeño recorrido de cucarachas, parecía que ese nombre había sido besado por el mismo diablo, acogido por el y ella habia sido bautizada por el para cumplir una noche, llenar las noches de una luz espectral y gobernarla... Y eso a aquella bruja rubia y solitaria le agradaba, aquella bruja llena de ropajes rojizos y negros sintio una leve y reprimida euforia, quizás sus propósitos serian mas cercanos de cumplirse con una aliada...