-Miraba por la ventana, el crecimiento de Asernova iba en progreso, sus planos entregados a los maestros constructores se seguian al pie de la letra, escucho como la puerta fue abierta y después la voz de la albina, fue en ese momento que sin mirarla respondió-

Parece que fracase incluso enseñandote modales, está es la primera y única vez que lo diré, espero sepas acatar una simple indicación. De ahora en más, tocaras a la puerta y esperarás mi permiso para acceder, así como lo hacen, mis damas y mucamas, te dirigiras a mi como Alteza o Su majestad ¿Ha quedado claro?

Dejando claro ese punto...

-La reina se giró y dedico a la joven dama aquella mirada que ahora tenía reservada solo para ella, fría y cargada de dolor-

¿Quien ha autorizado tu salida del reino? No recuerdo que yo dijera que tomarlas un tiempo fuera de aquí. Tus indicaciones eran permanecer entre mis damas y cerca mío. Por más que nos desagrade a ambas, es lo que se estipuló. (...)