Si eso me encantaría Nat, en verdad llegue algo agotado de mi viaje. Deje mi caballo al cuidado de unos granjeros a unos cuantos kilómetros así que tuve que caminar bastante. Y gracias por recibirme siempre de la mejor manera, haces que no quiera irme de tu hogar ~

-Soltó una pequeña e ínfima risa entrecerrando los ojos para dejar que su anfitriona se llevara su abrigo y capa, dejando al Alquimista con simplemente una camisa arremangada con el cuello abierto teniendo unas pequeñas tiras de cuero entrecruzadas atando la misma-