—Le gustaba tanto los mimos que le daba que terminó sonriendo y girándose para poder quedar frente de Noah. Estiró los labios un poco más para dejarle un corto beso en los labios, llevando sus manos hasta la espalda en donde dejó caricias suaves.—
¿De veritas? Entonces te daré más sorpresitas cuando menos lo esperes, mi principito.
—Separó los labios ante la mordida, atrapándole el superior para dejarle también una mordida suave.—