Ciertamente llevaban pocos días saliendo, siendo pareja, pero ya conoce lo atrevida que puede ser, aún así, a veces se sorprendía por la forma en que se expresaba, probablemente porque ninguna chica que conocía lo hacía de esa manera, así que el sonrojo que se mostraba en sus mejillas era tanto por eso como por el creciente calor, aunque poco a poco la pena iba disminuyendo y la confianza tomaba su lugar.

Correspondió el beso cerrando los párpados en el proceso para poder centrarse mejor en los movimientos. Buscó incursionar con su lengua en la cavidad bucal ajena para recrear una danza fogosa, pasional y llena de deseo, donde se enredaban sin tregua alguna. A pesar de todavía llevar camisa, sentía muy claramente esos grandes pechos aplastarse contra su cuerpo. Eso, sumado a que bajó las manos para agarrarle sin pena el trasero y amasarlos, así como la plena cercanía, provocaba que entre sus pantalones se fuera formando un bulto.

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