Solo los escolares y los monstruos que emergen dementes de entre los cadáveres de sus amigos y familiares, solo ellos son capaces de glorificar la guerra. La peste a putrefacción e intestinos evacuados en un último reflejo de un cuerpo que no da más y de alguna manera sigue siendo peor llegar a sus pueblos reducidos a ceniza y viudas inconsolables, huérfanos hambrientos y ancianos vendiendo sus pertenencias para pagarme a mí por ir a recuperar uno de sus hijos de las bestias que roen del banquete que dejan las batallas ( porque no le alcanza para pagarme por los dos ). { Continúa… }