Dejó a Gehen encerrado en su habitación con esta sellada, él ciervo no tenía forma de escapar de ahí. Se despidió y se llevó a los niños con él al santuario de las bestias donde buscó a Akemi y le pidió el favor de que los cuidase durante esta semana. Poco después, fue a buscar al dragón marino Koū donde le dijeron que estaba descansando por el pequeño accidente que tuvo. Se encontró con el omega de este y le pidió un momento a solas con él. — Buenas Koū, ¿te encuentras mejor?- Comentó el mago, mientras entraba en la habitación obviamente con el permiso debido antes.
—Supongo que en la gerarquia de quién manda más al otro sería Omega , Alfa , Omega Tough y Alpha Fierce. - Seiryū acabó de poner la sangre en el recipiente. —Intentaremos volverte un Fierce. Pero sería un milagro que pueda hacer tal cosa. Aparte solo voy a darte lo que me hace Alfa, no quiero cederte ningun efecto secundario que tenga que ver con mis poderes. Quisiera incluso que no te lleves la carencia del corazón a cuestas. Sería un pago demasiado alto. Solo déjame hay que separar esos rasgos del genoma para evitar contratiempos.-
