Dejó a Gehen encerrado en su habitación con esta sellada, él ciervo no tenía forma de escapar de ahí. Se despidió y se llevó a los niños con él al santuario de las bestias donde buscó a Akemi y le pidió el favor de que los cuidase durante esta semana. Poco después, fue a buscar al dragón marino Koū donde le dijeron que estaba descansando por el pequeño accidente que tuvo. Se encontró con el omega de este y le pidió un momento a solas con él. — Buenas Koū, ¿te encuentras mejor?- Comentó el mago, mientras entraba en la habitación obviamente con el permiso debido antes.
Merlin estaba poniendo bastante atención a cada explicación que le daba. Todo quedaba en su mente para grabarlo por completo. — La mordida, ¿es en algún momento en especial del celo o puede ser en cualquiera? O ahora que lo pienso, los instintos lo sabrán, ¿no? No creo que eso deba preocuparme. Mmh... Soy celoso si veo otras intenciones, sino soy bastante liberal con Gehen, se como es y en ello debo dejarlo libre.- Aprendió bien todo eso, pero si ha de decir "aquí estoy yo" lo hace. — ¿Qué más podría..? Ah, si. Sino recuerdo mal, tu no eres igual a los demás alfas, ¿cierto? ¿Qué diferencia hay?-
