Los humanos son tan fáciles de engañar... ¿Quien hubiera dicho que destruirias con tanta facilidad su esencia?

- Soltó al humano, contemplando con satisfacción el desastre que acababa de causar. El Malleus verdadero sangraba profusamente y de sus labios brotaban hilos rojos de sangre, las lágrimas no cesaban y corrían por sus mejillas bañándolas de un rojo intenso. -

Sabes... aunque el despierte de esta pesadilla, no será nunca más el mismo. Su mundo será gris... sin esencia, sin sentido, será solo un cuerpo hueco. Y todo gracias a ti.

- Susurro en uno de sus oídos con satisfacción. El humano había herido el alma del hada y eso era algo fatal. la cuchilla quedaría incrustada en su alma, y las manos del humano estarían bañadas en sangre cuando despertaran. Una especie de vórtice apareció, el camino hacia el mundo real, su pase para despertar. -

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