-una notoria mirada asesina, acompañada de un gruñido fuerte, más gutural, sus manos se volvieron garras y le tomó de la pierna jalandolo hacia ella-
Una cachorra correría a tus brazos rogando atención, si te digo algo es porque se cómo soy.
-despues de su amenaza se sacude el agua, no más garras, ni ceño fruncido, vuelve a la normalidad, con una mano en la nariz-
Este olor no se va a ir en un buen rato...lo disfrazaré con alcohol antes de que algún perrito crea que puede acercarse a mi. Gracias al menos por decirme del hedor. Te debo una.
