Trató de guardar su compostura ante tales palabras que considero insolente. —Maldición o no, el trabajo duro es muy importante así que debo felicitar....¡Espera! —se inclina y empieza a sacudirla de los hombros—. ¿Qué dijiste? ¿A cuántos modificaste? Ahhhh ¡Diablos! ¡No tengo tiempo para enojarme! Tengo que evitar que las autoridades hagan un escándalo —El hechicero hace un movimiento con el índice que materializa una pequeña pantalla digital donde empezaría a buscar registros de gente desaparecida—. ¡Hoy habrá verduras para cenar! ¡Espero te gusten!