—¿Quienes son las niñas que esconden, su dolor bajo la luz de la luna? Su lamento brilla entre la oscuridad, como dos flores que jamás volverán a ver. Danzando entre las sombras cómo un suspiro, soñando un día poder volar libres. ¡Dulce ha tratado, dulce se hable de amor! Es solo un triste cuento de hadas que ellas creen...

-Cantó aquellos versos mientras iba caminando despacio, sedienta y en plena agonía después de una embarazosa y cruel semana de constante hostigamiento y acoso. En esos momentos, Sapphire había decidido terminar con la vida de sus respectivos enemigos mediante el acto de envenenar la comida o incrustar algún objeto en sus respectivos cuellos, pero antes, debía planearlo de alguna manera, alejándose del colegio y sintiendo un odio latente dentro de su corazón.-

-Durante su andar, escuchó una voz, obligándola a levantar la mirada y notar esa filosa hoja casi apuntando a ella. Y así sin más en pleno silencio, alzó sus manos, posiblemente ese es el último día de s