Me recuerdas a una amiga mía que es fotógrafa. —Un poco despreocupado, sacudió la rosa para transformarle en un girasol. No le gustó, volvió a sacudirla y esta vez la dejó como una gardenia.— Estaré encantando de que me muestres tu trabajo, si me agrada, te pediría que le enseñes a mi cachorra a usar la cámara, le compré una hace tiempo, pero no sabe usarla.