Podía sentirlo y era claro lo que pasaría, el resultado de esta absurda guerra que tomaba esta vida una vez más, le acunó contra su pecho, como si con ello pudiera retener en ella la vida que se le escapaba entre los dedos, sentía su espíritu quebrarse, pero no se daría por vencido, no la dejaría, lo había dicho ella en esta vida o la siguiente. Respiró profundamente, llenado sus pulmones con aquel aire cargado de su aroma, conciente de que sería la última vez
—Te encontraré...—
Murmuró en respuesta mientras mantenía aquel ahora pequeño y vacío cuerpo entre sus brazos