El salto aunque pequeño fue notable. Y es que tuvo que mirar detrás suyo por sobre su hombro para verificar que aquel demonio no estaba detrás suyo. Respiró aliviada más que nada para molestarlo a él, como si le relajara que no estuviera con ella aunque realmente lo hubiera querido.

¿Aún se me nota el bigote? Sabia que ser hija de un hombre lobo traería sus consecuencias. (?)

Bromeó riendo suavemente.

¿dónde te habías metido? Me hacía falta un amigo, aunque sea uno molesto como tú... Comprenderás.