— Ya veo, es una pena, lamento mucho su pérdida. Por otro lado, es una posibilidad, así como su vida se pierda en el intento, por lo que abre la interrogante: ¿Ya no habrá más pérdidas?

Respondió jugando con su barbilla,ñ. Pensaba en dichas posibilidades, aunque ya lo había hecho con anterioridad repetidas veces en su oficina, y muchos de los posibles resultados apuntaban al mismo joven como participe de los sucesos que planeaba evitar.

— De alguna manera puede ser alguien influyente, aunque no tanto para mí, tal vez fue mi maestro en algún tiempo atrás, pero no ahora. Él lo sabe, y creo es quen más carga con todo el peso de la culpa al ver los daños colaterales que sus desventuras ocasionan, en ese punto, todos los eventos no fueron ocasionados por él.