Disfrutaba cada bocado que fue dando a la hamburguesa, sin siquiera voltearse a ver al demonio. Sabía que su blando corazón iba a sucumbir ante su pedido tarde o temprano, por ello trato de concentrarse en su comida. Aunque por el momento la dejó de lado para degustar de las papas saladas, pero no sin antes, abrir uno de los paquetes de condimento y echar este sobre aquellas. El liquido de color rojo, claramente era Ketchup y sin más comenzó a comer de sus papas. Estaba intranquilo de tener la mirada del demonio encima suyo así que se volteó para regañarle, pero al verse incapaz de hacerlo, simplemente tomó otra papa cubierta de Ketchup y se la acercó a la boca ajena.
