-Sus mejillas se tornaron de un tono coral, no lo suficientemente encendido, pero si, por la gracia, por las palabras de ese hombre, se sentía protegida; de alguna manera amparada en medio de ese infierno. Le quería corresponder pero ¿cómo? ella ni siquiera podía abrazar a alguien, y de tan solo tener contacto físico ya dolía, por lo tanto interrumpió a su interlocutor mientras este hablaba y curaba las heridas de la fémina.-
...Yo soy parte de ese rito, también soy un sacrificio, y también me quieren para darle más poder a este lugar.
-Sus ojos se cristalizaron, y la calor de las lágrimas se perdió en el infinito de sus mejillas, pues la voluntad de Eileen estaba siendo conquistada, ella podía ser controlada por Walter, él sabía exactamente donde encontrarla, sabía exactamente lo que ella sentía; de alguna manera estaban ¿conectados? Sí, de la forma más espantosa posible como un abusador puede estarlo a su víctima, pero él no la deseaba únicamente a ella...
