La virtual muñeca de fantasía luciría un cuerpo distinto pringado de oleosidad tóxica destilante de un aroma excesivamente lascivo, abesada y desnuda, indómita y robusta con sus colosales atributos escurriendo fantasmagóricos fluidos. Encantadora y tenebrosa caminaría con la confianza ensortijándose en sus larguísimos y frondosos cabellos purpura y resplandeciendo en sus intrigantes ojos ofídicos retumbantes de morbo.

El tumulto de sombras la acosaría como artillería andante acechando al frente a quien acertó el primer golpe con su cuerpo multiforme, dúctil y maleable para levantar súbitamente una de sus enfierecidas manos en dirección del posesivo enemigo haciendo tremolar la tierra dentellando de ésta tan escalofriante y sugestivamente al salir dos clones de la tierra, los cuales, con sus desmesurados miembros gelatinosos balanceándose espectralmente irían en pos del mencionado...