La blasfemia de una mentira Un disfraz impecable El horror y asco de muchos Heme aquí, entre ustedes Tan vivo gracias a su veneno Tan perfecto gracias a sus deseos
-Tomándola desprevenida por su tan depravada incitación, la garra del neófito la alcanzaría para vejarla a su antojo desmoronando su silueta de pantanosa evocación sexual que saldría expelida y se estrellaría de lleno contra una pared convirtiéndose en tan inmunda explosión de fango. Sus miembros cenagosos de macabra ánima fantasmagórica se dispersarían convirtiéndose cayendo por pedazos por todos lados, éstos en el suelo, las paredes y el techo regurgitarían y se retorcerían pulsando parasitaria vida para enmarañarse uno a uno, aglomerándose todos en uno mismo y enorme pegoteados como mezcolanza de esa babeada amalgama insurgente de la cual una aforma y humanoide silueta de ultratumbra se sacudiría convulsa saliendo de un escupitajo la embravecida súcubo monstruosa y por demás chocante escurriendo ectoplasma al materializarse-
