Nuevamente había llegado de un encuentro con algún ángel estorbando en su camino mientras hacía su "deber" ¿Cómo podía llamarle así? Para él era su trabajo el ensuciar sus manos pada dar equilibrio tras todo lo que puedan decir los demás y él a regañadientes tener que aceptar; prefería llamarle caos.
Con aquel cínico gesto de felicidad en su pálido rostro, llego con su brazo derecho extraído y sujeto con el funcional, el dolor ya no era problema para aquel Serafín caído tras tanta tortura sobre su cuerpo. —Ah~ creo que necesito algo de ayuda con esto—Dijo tras mover este como si salud
Valtzhar Pride, uno de los demonios encargados del penúltimo circulo de los soberbios, considerado el mas joven de todos allí pues apenas tenia decadas mas no siglos de haber llegado, iba de lado a lado arreglando todo, vigilar las prisiones, sujetando bajo su brazo unos papeles de todas las almas que hasta el llegaban antes de detener sus pasos observando el espectaculo-
Lucifer? Perdon...majestad. porque tiene un brazo caído!?
