-Todo comenzaría con un 'acto heroico.' A pesar de vivir en un lugar lujoso, y tener la vida propia de un rico, Adrien insistía a menudo con poder ir a la escuela pública. Sólo quería sentirse uno más, poder tener amigos con los que contar, en quienes confiar, con los que divertirse.

Ese día, otro intento. Estaba discutiendo con su guardaespaldas en las escaleras de entrada de la escuela. Había conseguido llegar hasta ahí, pero tenía que seguir imponiéndose. La caída de un anciano hizo a Adrien abandonar todo lo que estaba haciendo; de ese modo, se aproximó y ayudó al hombre en cuestión. Tenía muchas ganas de ir al colegio con los demás, pero consideró que el anciano realmente necesitaba una mano-

Por favor, Nathalie, no se lo cuentes a mi padre.

-La mirada de desaprobación de su guardaespaldas, y de la mujer, lo obligaron a regresar al vehículo. Ya en este, de camino a su hogar, revisó su bolso; había encontrado ahí [...]