-Le restaba importancia a la particular atención que su ajeno le ponía, y es que Lena simplemente sonreía de sólo apreciar el agua reflejando un hermoso celeste en su superficie. Apresurada en sus pasos, se adelantó hacia la orilla y con el pulgar de un pie rozó apenas por el contorno de la piscina, llenándole de escalofríos, pero escalofríos que la ponían aun más ansiosa por abalanzarse dentro del agua.-

¡Allá voy!

-Ni bien exclamase, se zambulló en una voltereta casi perfecta. Agua salpicando por doquier, pero la pelinegra finalmente sumergida, y por lo honda que era la piscina, se perdería su silueta en el fondo del agua donde vagamente se le pudo avistar bucear unos cuantos metros de la orilla hasta que emergiera de la superficie y tomase una bocanada de aire, pero sin que perdiera su inusual sonrisa.-

¡Lánzate! A menos que...

-Y pausando, su rostro se tornó bastante malicioso mientras que nadaba cerca a la orilla donde éste aun se hallaba.-