Esto había sido repentino, pero a Judal le llenó de gozo, tantos días añorando un momento así, aburriéndose en esas reuniones que hacían que poco le importaba. Al fin Kouen parecía estar fijando sus intereses en algo que a la Magi le llenaba de sumo interés.

— En ese caso, ¡No hay tiempo que perder!—

Anunció sintiéndose viva, había esperado mucho por este momento y seria participe del caos. Entonces lo recordó, recordó el porque Kouen le agradaba más que los otros Ren.

— Esto es Kou, creí que nos habíamos vuelto otro: Sindria—