Lo lamia disfrutando del fuerte sabor de su hombre, no dandole ya vergüenza en absoluto el demostrarle al mundo quien era su verdadero dueño, aunque aun se resistia un poco a admitirlo, aquel demonio lo tenia, literalmente, de rodillas. Atrapa su glande entre los labios apretando estos y succionando, liberandolo luego con un leve 'pop'. Al su rostro ser despejado del cabello que normalmente lo cubre, sus ojos viajan a aquella masa de carne ya en ereccion, no tomandole siquiera un segundo desde que la orden es dada hasta que su boca comienza a engullir el falo que tanto deseaba, lentamente deslizandolo dentro de su cavidad y cerrando los ojos solamente en el preciso momento en que llega a tocar su garganta.

-Mhhh....

Un suave gemido reverbera entre las paredes de su garganta, chocando estas con aquel miembro estimulandolo directamente al igual que en la parte abrazada por los labios.