Lo haré después, dudo que revisen las compras pero si lo hacen les diré que fue una falsa alarma —Bromeó, ya les diría en algún momento, no le preocupaba en lo más mínimo, lo que le importaba era poder consentir a su hermoso sobrino y a su adorado Kiria, a quien por cierto le pasó una de las bolsas de ropa para él— Este es... Tal vez un regalo más para tu pareja qué para ti pero seguro que lo disfrutan ambos —Le guiño el ojo y le dejó la bolsa en las manos para que la abriera.—