[ Perdóname, y no busques un motivo ni un porque, simplemente yo me equivoqué... Perdóname. (8)(?)]

Le escuchaba atento mientras se daba a la tarea de tratar de entender y estructurar adecuadamente las explicaciones dentro de su cabeza porque, para Khalil, debía existir una razón en cada una de ellas que pudiera fundamentar su, lógica o, caso contrario, refutarla como en ese momento Kiria lo hacía. No era temporal como las pócimas que los brujos o hechiceros de su pueblo e incluso ciudades vecinas podían preparar, era algo diferente. Y aquella diferencia era la que le orientaba a ser tan curioso y metódico en la forma que debía preguntar. Sin embargo, dentro de aquellas explicaciones, hubo algo que le sacó de su pequeño trance imaginativo y le obligó a sacudir ligeramente la cabeza.

— ¿Tu forma real? ¿Hablas de la que tuviste hace muchos años? —Inquirió pero, aunque su rostro se había mostrado serio, terminó por irse serenando ligeramente mientras...