Grrr... Nghhhh... Mierda Kiria... -Apretó los dientes y aumentó la intensidad de sus estocadas, él también estaba al borde del éxtasis total pero quería ver terminar al incubo frente a su antes de llenarlo por completo de su caliente semen, sus ojos estaban fijos en ese rostro distorsionado por el placer que él le provocaba y no dudó en azotar el cuerpo ajeno contra su pelvis, golpeando su interior duramente- Correte... Kiria... Muéstrame como lo haces.